jueves, 31 de mayo de 2012

Vientre profeta sin tiempo

Yo no soy de ningún siglo.
Vivo ausente del tiempo.
Soy mi siglo como soy mi
sexo y mi delirio.
Soy el siglo liberado de toda fecha y penumbra.
Pero cuando muera, el profeta que hay en mí
se alzará como un niño sin moral y sin patria.
Un niño loco con lengua de alaridos.
Entonces amanecerá en el millón de Galaxias.
Madres del futuro; cuidado; cuando muera puedo volver.
Entonces, ay, vientre que me aguardas,
dulcísima catedral de tinieblas.
Por Miguel Ángel Bustos

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