lunes, 1 de abril de 2013

Al anuncio de la muerte de madame M. T.

Qué buen trabajo, muerte,
qué triunfo
demoler una fortaleza semejante.
Devorar tanta carne,
triturar tanto hueso
en tan poco tiempo.
Consumir tanta energía velozmente,
como cuando arde un cigarro.
Qué labor tan sagrada, muerte,
qué bella demostración de fuerza.
(Pero de todas formas habríamos confiado en tu palabra.)
Por Danilo Kiš 

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